Cada año todas las aseguradoras son evaluadas por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF) que supervisa su salud financiera en auditorías periódicas. Aplican el programa Solvencia II, utilizado en Europa. México lo implementó por primera vez en Latinoamérica desde el año 2015.
Si llegara a existir una mínima posibilidad de que la aseguradora no pudiera cumplir con sus obligaciones a sus clientes, se le solicita a que transfiera su cartera de clientes a otra aseguradora, respetando todas las condiciones originales. Esto es un caso muy lejano, pues para eso las regulaciones y auditorías anuales, previenen que se llegue a este punto.
De hecho, en toda la historia del sector asegurador mexicano sólo se han reportado 4 quiebras de compañías de seguros, la última en 1995.
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